La librería de Plaza Venezuela.
La librería de Plaza Venezuela. Solo fue casualidad. Aquella no era mi ruta habitual. Pero, ese día, por alguna extraña razón, sentí la imperiosa necesidad de tomar un camino distinto. Una forma de cambiar mi rutina diaria, supongo. Mientras subía aquella atareada acera, mis ojos se posaron en un negocio de fachada pequeña y un poco descuidada, en el que vendían libros usados. Jamás pensé que me conseguiría con una librería tan grande y hermosa; justamente en Plaza Venezuela de todos los lugares. Afuera, había un mundo lleno de bullicio y comercio. Pero, por dentro, todo era pacífico, como un universo alterno, en el que me encontré por casualidad. También, en el que tuve el placer de conocer a Alejandro y la desgracia de conocer a David. A partir de entonces, empecé a ir todos los días a la librería. El dueño, Alejandro, solía habilitarme un espacio en la parte trasera para leer. Solíamos hablar un ...